¿Quién aquí no ha oído hablar de los famosos escraches? En el telediario están día sí y día también, por no nombrar a los políticos, que hablan de ellos sin reservarse sus opiniones sobre este tipo de manifestación. ¿Pero realmente sabemos lo que son los escraches? ¿Lo qué hacen o por qué lo hacen?
Según la Wikipedia (-¿qué haríamos sin ella?-) define el término escrache como un tipo de manifestación pacífica en la que un grupo de activistas de Derechos Humanos se dirige al domicilio o lugar de trabajo de alguien a quien se quiere denunciar. Se trata de una palabra en jerga para referirse a un método de protesta basado en la acción directa, que tiene como fin que los reclamos se hagan conocidos a la opinión pública. En el caso de España, el reclamo de los escraches no es otro que los desahucios, las hipotecas abusivas y la vulnerabilidad de los ciudadano con respecto a los banco y su ley hipotecaria.
Entonces, si son sólo manifestaciones pacíficas, ¿por qué sueltan veneno de ellos en televisión? os estaréis preguntando, ¿no? Pues muy sencillo: los escraches están casi rozando el acoso, la coacción y la intimidación, según la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria, quienes consideran delito este tipo de manifestaciones.
Pero, si hurgamos en el fondo del asunto, la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) ha echado mano de este recurso tan peculiar como última opción; la última baza. Porque recordemos que primero intentaron confiar en el sistema que les dio la espalda, intentaron llevar a los juzgados sus casos pero la ley hipotecaria amparaba a los banco y desfavorecía a los que realmente llevan la razón: los afectados por las hipotecas. También pidieron ayuda a los gobiernos (tanto territoriales como nacionales) y estos les ignoraron, después lo intentaron con manifestaciones pacíficas que fueron reprimidas con violencia y muchos policías. Más tarde, viendo el panorama, decidieron ir por su cuenta y paralizar ellos mismo los desahucios pero sólo recibieron más policías cabreados y, por último, recogieron firmas y presentaron un ILP que el PP tardó en coger y que ha sido rechazada y modificada al antojo de los mandatarios para que no les quiten poder a los bancos.
Después de todos estos intentos, de todas las propuestas que se les han hecho a todos los gobiernos, de los acuerdos y las reuniones fallidas, ¿qué les queda a los afectados por las hipotecas y los bancos? ¿Cómo recurren sus injusticias si son ignorados o acallados? ¿Tienen que tener paciencia, como pidió Rajoy hace poco? ¿Confianza? No, no pueden. No pueden esperar nada de un sistema que no les ayuda, que no les da soluciones, que les quita sus casa y se la a quien ha creado la crisis. ¿Entonces qué pueden hacer? Recurrir a su última esperanza, la única vía que les queda por explorar: ser escraches.
Mucha gente, políticos más bien, han recriminado a estos afectados se han "decantado por la opción fácil", pero nada más lejos de la realidad. No es que se "hayan decantado" simplemente les han obligado a coger esa opción legal después de que les ignorasen y no les diesen soluciones reales y justas.
Hace poco, un juez ha archivado de forma provisional un caso de escrache alegando que este tipo de manifestación no era coaccionista si no que, los participantes, sólo pretendían expresar su opinión y, al no haber violencia, no veía delito alguno. Imaginaros a Sáenz de Santamaría (la "escracheada") lo indignada y sedienta de sangre que está. Pero a lo que voy con esta noticia es que muchos tachan a los escraches de intentar cambiar el voto o las ideas de los políticos mediante sus manifestaciones frente a las respectivas casas, pero como bien ha dicho el juez, allí no se cambian opiniones, ni de unos ni de otros, sino que se expresan.
Por último, quisiera decir que estoy a favor de los escraches no violentos y lo que son utilizados como último recursos (como son la mayoría de casos en España); sin embargo, estoy totalmente en contra de los escraches violentos y lo que son utilizados como primera vía, sin haber explorado otras alternativas.
También me tomo las últimas líneas de este post para pedir a los políticos que se dejen de quejar tanto por los escraches y que empiecen a escuchar más al ciudadano. Sé que es difícil hacer esto teniendo en cuenta que, con tanto dinero en los bolsillos, es complicado oír más allá del mayordomo preguntándote si quieres el Ferrari o el Porche, pero si hacemos el intento ganamos todos, que para algo nos representáis, leñe.
Según la Wikipedia (-¿qué haríamos sin ella?-) define el término escrache como un tipo de manifestación pacífica en la que un grupo de activistas de Derechos Humanos se dirige al domicilio o lugar de trabajo de alguien a quien se quiere denunciar. Se trata de una palabra en jerga para referirse a un método de protesta basado en la acción directa, que tiene como fin que los reclamos se hagan conocidos a la opinión pública. En el caso de España, el reclamo de los escraches no es otro que los desahucios, las hipotecas abusivas y la vulnerabilidad de los ciudadano con respecto a los banco y su ley hipotecaria.
Entonces, si son sólo manifestaciones pacíficas, ¿por qué sueltan veneno de ellos en televisión? os estaréis preguntando, ¿no? Pues muy sencillo: los escraches están casi rozando el acoso, la coacción y la intimidación, según la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria, quienes consideran delito este tipo de manifestaciones.
Pero, si hurgamos en el fondo del asunto, la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) ha echado mano de este recurso tan peculiar como última opción; la última baza. Porque recordemos que primero intentaron confiar en el sistema que les dio la espalda, intentaron llevar a los juzgados sus casos pero la ley hipotecaria amparaba a los banco y desfavorecía a los que realmente llevan la razón: los afectados por las hipotecas. También pidieron ayuda a los gobiernos (tanto territoriales como nacionales) y estos les ignoraron, después lo intentaron con manifestaciones pacíficas que fueron reprimidas con violencia y muchos policías. Más tarde, viendo el panorama, decidieron ir por su cuenta y paralizar ellos mismo los desahucios pero sólo recibieron más policías cabreados y, por último, recogieron firmas y presentaron un ILP que el PP tardó en coger y que ha sido rechazada y modificada al antojo de los mandatarios para que no les quiten poder a los bancos.
Después de todos estos intentos, de todas las propuestas que se les han hecho a todos los gobiernos, de los acuerdos y las reuniones fallidas, ¿qué les queda a los afectados por las hipotecas y los bancos? ¿Cómo recurren sus injusticias si son ignorados o acallados? ¿Tienen que tener paciencia, como pidió Rajoy hace poco? ¿Confianza? No, no pueden. No pueden esperar nada de un sistema que no les ayuda, que no les da soluciones, que les quita sus casa y se la a quien ha creado la crisis. ¿Entonces qué pueden hacer? Recurrir a su última esperanza, la única vía que les queda por explorar: ser escraches.
Mucha gente, políticos más bien, han recriminado a estos afectados se han "decantado por la opción fácil", pero nada más lejos de la realidad. No es que se "hayan decantado" simplemente les han obligado a coger esa opción legal después de que les ignorasen y no les diesen soluciones reales y justas.
Hace poco, un juez ha archivado de forma provisional un caso de escrache alegando que este tipo de manifestación no era coaccionista si no que, los participantes, sólo pretendían expresar su opinión y, al no haber violencia, no veía delito alguno. Imaginaros a Sáenz de Santamaría (la "escracheada") lo indignada y sedienta de sangre que está. Pero a lo que voy con esta noticia es que muchos tachan a los escraches de intentar cambiar el voto o las ideas de los políticos mediante sus manifestaciones frente a las respectivas casas, pero como bien ha dicho el juez, allí no se cambian opiniones, ni de unos ni de otros, sino que se expresan.
Por último, quisiera decir que estoy a favor de los escraches no violentos y lo que son utilizados como último recursos (como son la mayoría de casos en España); sin embargo, estoy totalmente en contra de los escraches violentos y lo que son utilizados como primera vía, sin haber explorado otras alternativas.
También me tomo las últimas líneas de este post para pedir a los políticos que se dejen de quejar tanto por los escraches y que empiecen a escuchar más al ciudadano. Sé que es difícil hacer esto teniendo en cuenta que, con tanto dinero en los bolsillos, es complicado oír más allá del mayordomo preguntándote si quieres el Ferrari o el Porche, pero si hacemos el intento ganamos todos, que para algo nos representáis, leñe.
Hola!! Acabamos de encontrar tu blog y te seguimos desde ahora :D Ojalá que también te guste nuestro espacio! Un abrazo fuerte de parte de los tres :D
ResponderEliminarBuenos días:
ResponderEliminarMe dirijo respetuosamente a su persona para plantear las siguientes ideas, a propósito de los contenidos de su blog.
Independientemente de los acuerdos o desacuerdos con su diagnóstico y su opinión, lo que sí queda aparentemente claro, -y creo que se podría agregar a la discusión- sería lo siguiente:
1- Estos fenómenos sociales disfuncionales (escraches "violentos" o "pacíficos", anti-sistemas, okupas, etc.) son expresión de la disfuncionalidad y deterioro del propio sistema social español (incluyendo a lo que se ha dado en denominar "casta política"), pero donde la sociedad civil española también tiene responsabilidad por la posición pasiva, o de indiferencia, o de adscripción gratuita a los dos partidos del status político, que tuvo antes del año 2008 -inicio de la crisis- cuando se experimentó una etapa de prosperidad a manos llenas, y donde la ciudadanía delegó su cuota de soberanía y responsabilidad social en los políticos, mientras la clase media española se dedicaba a comprar la segunda vivienda, coches, hacer viajes al exterior, y todas esas prácticas que ocurren cuando las sociedades tienen dinero para dedicarlo al consumo y poder cultivar el individualismo, el hedonismo y la indiferencia de corte “postmoderno”. En otras palabras, cabe la siguiente consigna: los pueblos aparentemente tienen los gobernantes que se merecen. Se lo digo porque vengo de Venezuela, y éste es un caso muy ilustrativo.
2-La respuesta social radical que se está produciendo en estos momentos, si bien puede ser explicada desde el punto de vista de la tensión social, y quizás en algunos casos, pueda tener una justificación legítima pero no legal, no sé hasta qué punto pueda dar salida a los problemas estructurales de España. Sobre todo, porque estas prácticas acuden a la justificación de la "democracia directa" cuya metodología lamentablemente deviene en diversas formas de violencia. No obstante, es importante aclarar que se llega a la "democracia directa" o "asamblearia", cuando los mecanismos de la "democracia representativa" son inútiles. En tal sentido, volvemos a la idea inicial; estos movimiento son la expresión de la crisis del sistema, pero no sabemos hasta qué punto pueden solucionar problemas estructurales (que en mi apreciación, van más allá de la “casta política”)
3- Si el sistema democrático no logra establecer mecanismo de re-equilibrio", la crisis social puede tomar caminos insospechados y muy negativos.
Finalmente espero su comentario sobre los resultados de las elecciones europeas y el "fenómeno social" que ha representado el partido "Podemos" y su líder Pablo Iglesias.
Saludos
Fidel Rodríguez Legendre
Buenas noches,
EliminarEstoy totalmente de acuerdo con usted. Los ciudadanos tenemos parte de culpa de lo que nos ha pasado porque vivíamos acorde con el nivel de vida que nos daba la situación económica de aquella época y nos desentendimos, la mayoría, de nuestras obligaciones como ciudadanos de una democracia, pero creo que hemos pagado con creces unos pocos de lo que es de todos; recordemos también que los políticos y demás también son ciudadanos. "Tenemos los gobernantes que nos merecemos"..., ahora mismo el pueblo ha cambiado y tiene, sin embargo, a los mismo gobernantes que antes. Quizás en otro tiempo nos los merecimos, pero ahora no.
España, actualmente, ha entrado en un colapso total; se le ha juntado todo en muy poco tiempo, por lo que no ha habido una reacción rápida, y la escasa previsión ha desembocado en una bomba que nos ha explotado en la cara. Crisis económica, corrupción, mercados, deudas, burbuja inmobiliaria, paro, justicia, educación, sanidad..., todo en colapso por un mal sistema, mal gestionado por personajes, en su mayoría, incompetentes, que sólo miran por su bienestar. Por algo somos el país de la picaresca, ¿no? Puede que la "democracia directa" no resuelva los problemas estructurales, pero resuelve, palia e intenta guardar el derecho de las personas a una vida digna, ¿cómo pretendemos "curar" un país enfermo sino somos capaces de ayudar a las personas? La mayoría de los problemas del español provienen de haber puesto antes el dinero que a las personas.
Gracias por pasar, leer y comentar. Ha sido un gusto leer sus opiniones, sus ideas y sus sugerencias :D.
Bea.
P.D.- El post con el resultado de las elecciones europeas y la entra de "Podemos" en la vida política está en el tintero pero por motivos de tiempo y demás no lo he podido subir. Dentro de nada estará colgado en el blog :D.