sábado, 10 de enero de 2015

Cuando la humanidad perdió lo esencial.

A media mañana del día siete de enero de 2015 en París (Francia) el humor fue asesinado. La sede de la revista satírica "Charlie Hebdo" fue atacada por, al menos, dos individuos yihadistas (lobos solitarios). Antes de ayer murió tiroteada una joven policía francesa también por un acto yihadista y, con motivo de los atentados —pero no por ello defendibles—, en la mezquita de Le Mans fueron lanzadas tres granadas de fogueo además de descubrir un impacto de bala en una ventana del edificio.

En diciembre del año pasado, desde Pakistán nos llegaba la triste noticia de una matanza realizada por talibanes en un colegio militar; murieron 148 personas de las cuales 132 eran niños. Sin salir de Pakistán recordamos a Malala, la joven activista que recibió un tiro en la cabeza por querer estudiar. En abril del 2014 más de doscientas niñas fueron secuestradas de una escuela como parte de una campaña política en contra de la educación occidental de los estados de Borno, Yobe y Adamawa. Abubakar Shekau, reivindicó el secuestro a través de un vídeo donde afirma que las vendería en el mercado y que la educación occidental debía cesar. Una niña raptada en un secuestro anterior, y que pudo escapar, cuenta que las cautivas eran violadas varias veces por día y forzadas a convertirse al islam bajo pena de muerte.

Alrededor de 300.000 niños son obligados a convertirse en soldados en todo el mundo. Niños que luego matarán a sus padres sin ser conscientes de ello porque están bajo el influjo de las drogas. En Israel y Palestina mueren centenares de personas en cada encontronazo; unos mueren asesinados por Hamás, otros por los israelís. La mayoría son civiles.