Ucrania, Venezuela, Siria, Egipto y otros muchos más países tienen algo en común, algo que les hace grandes y a la vez trae la muerte a sus vidas: la unión del pueblo para pedir cuentas a sus gobernantes. En estos países, los ciudadanos se han puesto de acuerdo para salir a la calle y exigir a los que dicen que velan por ellos lo que les prometieron o, simple y llanamente, la paz y la justicia que se merecen; a cambio, el poder del país ha contestado a sus protestas con represión, negativas y antidisturbios. Todo muy democrático, ¿verdad?
En pleno siglo XXI me asusta pensar que esos mismos que aclaman a la libertad, a la justicia, a la igualdad y al poder de la decisión del ciudadano sobre el país, comúnmente llamado democracia, son esos mismos que cuando las personas de a pie están descontentas con su gestión o sus acciones, son los primeros en acabar con el derecho de manifestación y tachar como sublevados, antipatriotas, fascistas, terroristas o busca pleitos a esos ciudadanos que sólo piden lo que es suyo. Bueno, lo peor de todo no es cuando tachan a los ciudadanos a los cuales gracias a sus votos están en el poder y a que se deben, lo peor es cuando tachan el derecho que los otros imploran de demagogo, antinatural o de estar politizado -já, como si pedir la igualdad entre clases, sexos o religiones fuera idea del mismísimo Lúcifer-.
En Ucrania, hasta ayer, las protestas se llevaron decenas de vidas. Ellos salieron a la calle porque el Gobierno del señor Víktor Yanukóvich decidió de la noche a la mañana que ya no quería seguir preparando el acuerdo comercial con la Unión Europea. ¿Por qué está decisión? Las malas lenguas dicen que Rusia presionaba, ¿pero nos lo creemos? ¡Con lo buena y considerada que es Rusia, sobre todo en materia de igualdad entre personas homosexuales y heterosexuales! ¿Verdad que a vosotros también os extraña? El caso es que lo ucranianos pidieron desde el minuto cero que el gobierno convocara elecciones anticipadas y se volviesen a retomar las conversaciones con la Unión. Después de casi cuatro meses de protestas en lo cuales la Plaza de la Independencia ha sido un enclave para los ciudadanos, como fue la Plaza Tharir para los egipcios hace bien poco, finalmente hoy el Gobierno de Ucrania ha dicho que habrá elecciones anticipadas.
Sin embargo, cruzando el Charco, en la lejana Venezuela, no tienen tanta suerte debido a que ellos todavía, y según la respuesta de Maduro, no han hecho más que empezar. En Venezuela las protestas empezaron siendo estudiantiles pero han tenido la mala suerte de que se les han juntado con otros problemas como son la escasez de alimentos y útiles de primera necesidad, la desinformación de la población, la mordaza que tienen puestos tanto los ciudadanos como los periodistas puesta por el gobierno actual y el anterior, la inseguridad ciudadana y la pobreza que sufren muchos. Nicolás Maduro culpó a la oposición de aliarse con Estados Unidos para poder derrocar al legítimo presidente del país además de alimentar las protestas con mentiras fascistas y con intención de acabar con su bonita nación. Las lindezas del presidente no hicieron más que animar a los manifestantes a salir a la calle por lo que Maduro empezó una caza de brujas contra todo aquel que intentase poner en jaque a su gobierno sacando a la calle a los antidisturbios y disparando a todo aquel que se moviese. A día de hoy han muerto muchos manifestantes.
Pero lo ocurrido en Venezuela y Ucrania se queda en agua de borraja si lo comparamos con lo que comenzó en 2011 en Siria. Lo que empezó como protestas pacíficas influenciadas por las protestas en el mundo árabe en la cuales se pedían fundamentalmente más derechos humanos y más democracia real acabó con una guerra civil sanguinaria por parte de los dos bandos en la que actualmente se sigue cobrando vidas inocentes y no tan inocente, pero vidas al fin y al cabo. El gobierno de Bashar Al-Assad <<intenta destruir a los sublevados ya que no es una guerra civil lo que se libra en su país, sino una cruzada antiterrorista>>, según sus palabras. Sin embargo, los "sublevados" advierten al poder que el pueblo no quiere una dictadura como la que imparte Al-Assad y que lucharán con todas sus fuerzas para que la paz y la democracia lleguen a Siria.
Ahora bien, tomando estos tres tres países como ejemplos, yo pregunto: ¿De verdad es seguro para los ciudadanos salir a la calle a manifestarse, un derecho que recoge la Declaración de los Derechos Humanos en el artículo 20? Hablando a nivel nacional, se podría decir que no dependiendo de a la manifestación a la cual se haga alusión; es decir, las manifestaciones del 15-M, 25-O o parecidas fueron muy perseguidas, manipuladas (rememoremos eso de "soy compañero"), castigadas y sacaron en muchas ocasiones a los antidisturbios para que disolvieran la manifestación. Sin embargo, otras manifestaciones que no estaban poniendo en duda a la clase política, no fueron acusadas ni se les trató de la misma forma que a los otros.
Esto me lleva a la siguiente cuestión: ¿Tan importante es el poder para la mayoría de políticos de todas las naciones del mundo para defender su estatus antes de arreglar y dar a los ciudadanos lo que reclaman? Si esto es la causa de que ningún gobernante deje su cargo y prefiera cargar contra los manifestantes que solo piden lo justo, realmente he perdido la fe en la humanidad. En el momento que un par de billetes, unos cuantos aplausos, unas palmaditas en la espalda por parte de tu jefe o compañeros o un status social y económico mejor valen más que una persona, un derecho natural o las prioridades de un pueblo que sólo pide lo legítimo, es en ese preciso momento en el que la evolución involuciona por el egoísmo y la vanidad humana.
Señores, hemos llegado a un punto de no retorno en el que, como no cambien las cosas pronto, nos va a llevar a la humanidad a una catástrofe de proporciones épicas que ya está empezando. ¿En que momento un pueblo que elige a sus representantes para la toma de decisiones del estado no puede manifestarse para mostrar su descontento o pedir derechos a ese gobierno? ¿Quién se cree el gobierno? ¿No sabe que se debe a los ciudadanos y no a los billetes? ¿Que está ahí para asegurar la libertad, la seguridad y saciar las necesidad de su pueblo?
En mi humilde opinión, creo firmemente que los gobernantes han perdido el norte y ya no saben a quién deben su poder ni a quién tienen que proteger: si al dinero o la los ciudadanos. Por eso, ciudadanos del mundo, que este problema nos da de lleno a todos, os pido que os manifestéis pacíficamente por lo que creéis justo, independientemente de la respuesta de vuestro gobierno, porque sois vosotros los únicos que decidís que rumbo tiene que tomar el país, que medidas son justas y que voz se tienen que oír. No os amedrentéis por un puñado de lobos que solo buscan quedarse con lo de todos y encima echar las culpa a la víctima. Que vuestra voz se oiga en cada rincón del país ya que es vuestro y sois vosotros lo que mandáis y decidís. Sólo acordaros que en lo pacífico, en lo justo, en la perseverancia y en el respeto a los demás está la clave para que un movimiento ciudadano cambie por completo el mundo.
En pleno siglo XXI me asusta pensar que esos mismos que aclaman a la libertad, a la justicia, a la igualdad y al poder de la decisión del ciudadano sobre el país, comúnmente llamado democracia, son esos mismos que cuando las personas de a pie están descontentas con su gestión o sus acciones, son los primeros en acabar con el derecho de manifestación y tachar como sublevados, antipatriotas, fascistas, terroristas o busca pleitos a esos ciudadanos que sólo piden lo que es suyo. Bueno, lo peor de todo no es cuando tachan a los ciudadanos a los cuales gracias a sus votos están en el poder y a que se deben, lo peor es cuando tachan el derecho que los otros imploran de demagogo, antinatural o de estar politizado -já, como si pedir la igualdad entre clases, sexos o religiones fuera idea del mismísimo Lúcifer-.
En Ucrania, hasta ayer, las protestas se llevaron decenas de vidas. Ellos salieron a la calle porque el Gobierno del señor Víktor Yanukóvich decidió de la noche a la mañana que ya no quería seguir preparando el acuerdo comercial con la Unión Europea. ¿Por qué está decisión? Las malas lenguas dicen que Rusia presionaba, ¿pero nos lo creemos? ¡Con lo buena y considerada que es Rusia, sobre todo en materia de igualdad entre personas homosexuales y heterosexuales! ¿Verdad que a vosotros también os extraña? El caso es que lo ucranianos pidieron desde el minuto cero que el gobierno convocara elecciones anticipadas y se volviesen a retomar las conversaciones con la Unión. Después de casi cuatro meses de protestas en lo cuales la Plaza de la Independencia ha sido un enclave para los ciudadanos, como fue la Plaza Tharir para los egipcios hace bien poco, finalmente hoy el Gobierno de Ucrania ha dicho que habrá elecciones anticipadas.
Sin embargo, cruzando el Charco, en la lejana Venezuela, no tienen tanta suerte debido a que ellos todavía, y según la respuesta de Maduro, no han hecho más que empezar. En Venezuela las protestas empezaron siendo estudiantiles pero han tenido la mala suerte de que se les han juntado con otros problemas como son la escasez de alimentos y útiles de primera necesidad, la desinformación de la población, la mordaza que tienen puestos tanto los ciudadanos como los periodistas puesta por el gobierno actual y el anterior, la inseguridad ciudadana y la pobreza que sufren muchos. Nicolás Maduro culpó a la oposición de aliarse con Estados Unidos para poder derrocar al legítimo presidente del país además de alimentar las protestas con mentiras fascistas y con intención de acabar con su bonita nación. Las lindezas del presidente no hicieron más que animar a los manifestantes a salir a la calle por lo que Maduro empezó una caza de brujas contra todo aquel que intentase poner en jaque a su gobierno sacando a la calle a los antidisturbios y disparando a todo aquel que se moviese. A día de hoy han muerto muchos manifestantes.
Pero lo ocurrido en Venezuela y Ucrania se queda en agua de borraja si lo comparamos con lo que comenzó en 2011 en Siria. Lo que empezó como protestas pacíficas influenciadas por las protestas en el mundo árabe en la cuales se pedían fundamentalmente más derechos humanos y más democracia real acabó con una guerra civil sanguinaria por parte de los dos bandos en la que actualmente se sigue cobrando vidas inocentes y no tan inocente, pero vidas al fin y al cabo. El gobierno de Bashar Al-Assad <<intenta destruir a los sublevados ya que no es una guerra civil lo que se libra en su país, sino una cruzada antiterrorista>>, según sus palabras. Sin embargo, los "sublevados" advierten al poder que el pueblo no quiere una dictadura como la que imparte Al-Assad y que lucharán con todas sus fuerzas para que la paz y la democracia lleguen a Siria.
Ahora bien, tomando estos tres tres países como ejemplos, yo pregunto: ¿De verdad es seguro para los ciudadanos salir a la calle a manifestarse, un derecho que recoge la Declaración de los Derechos Humanos en el artículo 20? Hablando a nivel nacional, se podría decir que no dependiendo de a la manifestación a la cual se haga alusión; es decir, las manifestaciones del 15-M, 25-O o parecidas fueron muy perseguidas, manipuladas (rememoremos eso de "soy compañero"), castigadas y sacaron en muchas ocasiones a los antidisturbios para que disolvieran la manifestación. Sin embargo, otras manifestaciones que no estaban poniendo en duda a la clase política, no fueron acusadas ni se les trató de la misma forma que a los otros.
Esto me lleva a la siguiente cuestión: ¿Tan importante es el poder para la mayoría de políticos de todas las naciones del mundo para defender su estatus antes de arreglar y dar a los ciudadanos lo que reclaman? Si esto es la causa de que ningún gobernante deje su cargo y prefiera cargar contra los manifestantes que solo piden lo justo, realmente he perdido la fe en la humanidad. En el momento que un par de billetes, unos cuantos aplausos, unas palmaditas en la espalda por parte de tu jefe o compañeros o un status social y económico mejor valen más que una persona, un derecho natural o las prioridades de un pueblo que sólo pide lo legítimo, es en ese preciso momento en el que la evolución involuciona por el egoísmo y la vanidad humana.
Señores, hemos llegado a un punto de no retorno en el que, como no cambien las cosas pronto, nos va a llevar a la humanidad a una catástrofe de proporciones épicas que ya está empezando. ¿En que momento un pueblo que elige a sus representantes para la toma de decisiones del estado no puede manifestarse para mostrar su descontento o pedir derechos a ese gobierno? ¿Quién se cree el gobierno? ¿No sabe que se debe a los ciudadanos y no a los billetes? ¿Que está ahí para asegurar la libertad, la seguridad y saciar las necesidad de su pueblo?
En mi humilde opinión, creo firmemente que los gobernantes han perdido el norte y ya no saben a quién deben su poder ni a quién tienen que proteger: si al dinero o la los ciudadanos. Por eso, ciudadanos del mundo, que este problema nos da de lleno a todos, os pido que os manifestéis pacíficamente por lo que creéis justo, independientemente de la respuesta de vuestro gobierno, porque sois vosotros los únicos que decidís que rumbo tiene que tomar el país, que medidas son justas y que voz se tienen que oír. No os amedrentéis por un puñado de lobos que solo buscan quedarse con lo de todos y encima echar las culpa a la víctima. Que vuestra voz se oiga en cada rincón del país ya que es vuestro y sois vosotros lo que mandáis y decidís. Sólo acordaros que en lo pacífico, en lo justo, en la perseverancia y en el respeto a los demás está la clave para que un movimiento ciudadano cambie por completo el mundo.
Y la razón que llevas, qué? La gente debe salir a la calle para pedir lo que nos merecemos.
ResponderEliminarLa gente debe salir a la calle a pedir lo que creen que es justo siempre respetando unos límites y a las demás ideologías sin dejarse pisar. Pacíficamente, respetando los derechos de todos y revindicando las cosas como se merecen.
Eliminarhttp://actualidad.rt.com/actualidad/view/120650-ultraderecha-ucrania-luchar-judios-rusos-muerte
ResponderEliminarEs lamentable que una lucha como la que han vivido los ucranianos para poder romper sus ataduras y llevar el país como ellos quieran se vea ensombrecida por la brutalidad, poca cabeza y odio de unos pocos. Los extremos nunca son buenos y los derechos humanos deben primar ante todo. Gracias por el enlace, por pasarte, leer y comentar. Saludos :D
EliminarPero el problema es que no son unos pocos. ¿Sigues pensando como antes? La matanza en Odessa, Slaviansk, etc.
Eliminar¿Qué si sigo pensando que los ciudadanos deben de romper las ataduras ilógicas que un gobierno impone sin el respaldo de la sociedad? Sí, lo sigo pensando. Esa fue una lucha justificada (el gobierno decidió de la noche a la mañana romper los acuerdos con la UE); sin embargo, los ataques racistas no son justificables y aunque antes eran una minoría, ahora son cada vez más y eso es lamentable.
EliminarLas tensiones que hay ahora mismo entre Rusia y Ucrania están provocando matanzas, guerras entre vecinos y violencia que en están destrozando ambos países. Como he dicho antes, aunque ha crecido el número de estos individuos que creen que pegar tiros, odiar y utilizar la violencia es más sencillo que dialogar, comprender y respetar, siguen siendo una minoría que esperemos no vaya a más.
Los políticos hace tiempo que no miran más que por su propio beneficio, regidos por la tan peligrosa erótica del poder; hace mucho que el ciudadano pasó a no sabemos qué plano. Gracias por tu artículo. Y enhorabuena.
ResponderEliminarPues eso es precisamente lo que tenemos que averiguar los ciudadanos: saber en qué lugar estamos y recuperar el que nos merecemos, además de cambiar a los políticos que sólo mirar por su bien por otros que miren por el interés de la comunidad y las necesidades de las personas. Gracias por pasarte, leer y comentar :D.
Eliminar