sábado, 14 de abril de 2012

Resistencia pasiva y convocatorias en la red.

Yo no sé vosotros, pero a mí ésto me da mucho coraje y me pone de una mala hostia de cuidado. 

Llevo viviendo en España desde siempre, he visto de todo: desde mandarnos a una guerra que no era nuestra, hundirnos en la crisis, un atentado, miles y miles de manifestaciones, jóvenes luchando por sus derechos, acampadas en Sol y en media España y, sobre todo, leyes injusta donde las haya. Pero la nueva reforma del Código Penal que pretende sacar el Gobierno es digna de la mejor de las dictaduras. ¿No sabéis de qué os hablo? No os preocupen que voy a explicároslo.

Todo el mundo sabe que la resistencia pasiva es una de las forma de protesta no violentas más habituales y no sólo de nuestro tiempo, como la utilizada por el 15-M , sino también de tiempos pasados como los del  Mahatma Gandhi o Martin Luther King —quienes son considerados gente pacífica que reivindicaba por los Derechos Humanos de los ciudadanos de sus distintos países— y que es completamente inofensiva. Pues ahora podría considerarse un delito tras la inminente reforma del Código Penal que prepara el Gobierno de M. Rajoy que según ellos <<es la respuesta del Ejecutivo por los incidentes de violencia callejera vividos en los últimos tiempos>>. La intención de los Ministerios de Interior y Justicia (son ellos los que han preparado la reforma) es que se considere delito de atentado contra la autoridad la resistencia tanto activa (cuando se emplea la fuerza o la intimidación) como la pasiva (sentarse en el suelo o negarse a moverse) ante las Fuerzas de Seguridas, lo que podría conllevar penas de hasta seis años de prisión.