lunes, 20 de abril de 2015

Ciudadanos de un lugar llamado mundo. Parte II

Inmigración.

Una palabra, once letras, miles de vidas, deseos de vivir, millones de sueños, muchos problemas.

Así se podría definir la palabra "inmigración" en pocos términos, pero realmente, ¿qué es la inmigración? Inmigrar -la siguiente definición está sacada de la RAE- es "persona o personas que se establecen en un país, que no es el de origen, para formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya creadas". Si es algo tan sencillo y tan banal como eso, ¿alguien caritativo me puede explicar por qué narices a la gente le agobia tanto la inmigración? Porque por lo que he visto, oído y escuchado, da igual que la inmigración sea legal (que la persona que se instala en el país receptor tenga los "papeles" en regla) o ilegal (que el susodicho no tenga "papeles"), a muchas personas del país en el cual se instalan los inmigrantes siempre van a tener pegas burocráticas, prejuicios socio-culturales y/o peligro de marginalidad.

Os preguntaréis que por qué saco el tema de la inmigración... la respuesta es muy fácil.
Hace meses, el 6 de febrero del 2014, 400 subsaharianos protagonizan un "asalto" masivo en la frontera de Ceuta con Marruecos. Hasta ahí todo normal, como casi cualquier "asalto" cotidiano de esa frontera. Lo que hizo relevante a esos 400 inmigrantes ese día fue que, muchos de ellos, al verse rodeados por la policía decidieron entrar a España por el mar..., allí murieron ahogados cerca de quince inmigrantes. Tanto el Gobierno como la policía han sido muy criticados por la actuación de este último grupo debido a que utilizó material antidisturbios -pelotas de goma en su mayoría y gas lacrimógeno- como elementos "disuasorios" contra los inmigrante aunque se defienden diciendo que "en ningún momento lanzaron contra ellos, eran advertencias y siempre en la zona terrestre". Sea como fuere, la policía también lanzó contra las personas que estaban en el mar a poca distancia de ellos tal y como se recoge en distintas grabaciones.

Hace un año, en Lampedusa (Italia), murieron, debido a un incendio que se propagó por el medio de transporte, a poca distancia de la isla ya mencionada nada más y nada menos que 368 inmigrantes. 368 subsaharianos. 368 personas. La barcaza, que provenía de Libia y trasladaba a más de 500 personas, fue auxiliada por barcos pesqueros que evitaron que la tragedia llegase a una cifra superior. Toda Europa se llevó las manos a la cabeza, se indignó, se pidieron soluciones y se prometieron reformas en las leyes de inmigración a nivel internacional, pero las palabras se las llevó el viento y, a día de hoy, esa vergonzosa tragedia ha caído en el olvido de ciudadanos y políticos.

La madrugada del 18 al 19 de abril, una embarcación con 950 personas (entre los que se encontraban cuarenta niños) naufragó a sesenta millas de las costas de Libia y a unas 120 millas de Europa. La mayoría de la gente estaba en la bodega para evitar ser interceptada por lo que no pudo salir. Sólo han sobrevivido veintiocho personas y han encontrado veinticinco cadáveres. Más de 920 muertes.

Algunas de las noticias son antiguas pero las saco a colación porque todavía las entradas de los inmigrantes, ya sea en Melilla, en Ceuta, en España, en Italia o en cualquier lado, están a la orden del día y la gente se sigue "enfadando" porque, según ellos, los "extranjeros" les están quitando el trabajo, el dinero, la comida y las ayudas sociales.Esas personas simplemente se olvidan de que desde enero han muerto más de 3.000 personas en el Mediterráneo por intentar cruzarlo.

 Ahora mismo, en Europa, se vive una de las mayores crisis de presión migratoria de la historia. Unos creen que la mejor opción es cerrar las fronteras, "devolver en caliente" o, simplemente, hacer creer a los ciudadanos que esas personas encarnan al mismo diablo.

Y ahora pregunto: ¿Nos hemos vuelto idiotas?¿O simplemente  nos han comido el coco? En serio, ¿cómo es posible que hayamos llegado a este punto? Estamos hablando de personas. PERSONAS. Gente que está huyendo de la guerra, del hambre, de la inseguridad económica, de la muerte y, en el mejor de los casos, está intentando buscarse la vida, tener una segunda oportunidad. No os confundáis, no emigran únicamente los africanos o los asiáticos, también lo hacen los europeos y los americanos; lo aclaro porque hay quiénes se han tomado la molestia de llamarme, en alguna ocasión, demagoga. A mí me da igual que una persona esté huyendo de un conflicto armado en África central, que sea un colombiano que busque trabajo o que sea un francés en busca de una segunda oportunidad; todos merecen la misma consideración, apoyo y respeto que un nacional que se gana la vida de agricultor. Aquí habría que recalcar que "buscar una oportunidad" de los españoles e "inmigrar" de los extranjeros viene siendo la misma palabra pero con tintes de oro.

Por favor, basta ya de hipocresía y de doble cara. Me enerva escuchar a mucha gente quejándose de que no puede entrar todo el mundo porque colapsaríamos. ¿Hola? Creo que Francia y Alemania no colapsaron cuando los españoles fuimos allí en masa. Pero sin duda, lo peor de esta gente es que ellos fueron los primeros en quejarse cuando Suiza y Alemania anunciaron que restringirían el flujo interno de trabajadores extranjeros (bonitas palabras para describir la misma cosa, ¿no?).

Vergüenza. Asco. Dolor.

Eso es lo que siento cuando veo llorar más a una persona con la muerte de un perro por la tele que por ver como mueren ahogados diez hombres -y lo digo con todo el respeto del mundo hacia el perro-. Se nos llena la boca diciendo que somos solidarios, que estamos saliendo de la crisis, que somos países avanzados. ¿En qué? Porque visto lo visto en valores andamos un poco escasos.

Sin embargo, sí que es verdad que hay mucha gente que apoya a las personas. Y sí, he dicho personas porque me niego a relegarles a la categoría de "inmigrantes" ya la palabra ha perdido, según muchos, la acepción de ser humano.

Apoyo hay pero de nuevo los políticos hacen oídos sordos a las tragedias que se van sucediendo una a una. Tritón nace en noviembre de 2014 para complementar al italiano Mare Nostrum que se supone que ayuda a gestionar las fronteras. Vemos, nada más empezar, que no habla de "ayudar a las personas que necesiten ayuda en alta mar" sino de "gestión de fronteras". Sea como fuere, si ya Mare Nostrum era deficiente, el que supuestamente complementa y finalmente sustituye a éste es todavía peor ya que, por ejemplo, la actividad no irá más allá de las 30 millas marítimas de las costas italianas (cosa que sí hacía el primero).

Pero incluso esa barbarie de no implantar más vigilancia en el Mediterráneo puede tener un pase ya que no está al alcance de todos hacerlo efectivo. Lo que sí no se puede pasar por alto es la deshumanización de la actual sociedad. En la noticias últimamente se escucha mucho el auge que están teniendo los partidos de extrema derecha y abiertamente reconocidos anti-inmigrantes. Es el caso de España 2000 en nuestro país, de Amanecer dorado en Grecia o de Frente Nacional en Francia, en el que todos parecen estar cortados por el mismo patrón al organizar actividades muy parecidas (manifestaciones violentas, bancos de alimentos sólo para nacionales, etc).

Y aunque ahora sólo me esté centrando en Europa, estoy hablando de todo el mundo. Las fronteras de Estados Unidos con México son famosas por su dureza o con las de Cuba. Esto es un problema a nivel mundial que nadie parece tener interés en remediar.Ya no sólo os hablo como ser humano pidiendo un poquito de sentido común y de empatía; os hablo como ciudadana del mundo. Y por si no os valiese os pregunto: ¿no queréis ser tratados de la misma forma que vosotros tratáis a los demás? ¿Cómo pretendéis pedir justicia si no sois capaces de tender la mano al desamparado? ¿Cómo podéis ser tan egoístas y no ceder un trozo de pan? Quizás penséis que eso es injusto, ceder algo a un desconocido por el mero hecho de serlo. Pues no, se llama ser altruista. Claro está que de pan quien pueda pero que tampoco se opongan a que otro les tienda la mano.

En este post y en otros ya he mencionado la crisis de valores que sufrimos por eso no me voy a repetir. Sólo quiero que veáis estas imágenes y penséis, meditéis e intentéis hallar esos resquicios de solidaridad. Que todo el mundo se merece una oportunidad independientemente de su color de piel, su religión, sexo u origen. Yo nunca creí en las fronteras porque únicamente delimitan un estado y siempre que se tiene una ideología (como es crear una estado, aunque sea práctico el tenerlo) por encima del bienestar y libertad del ser humano, éste último se acaba perdiendo. Por ello, no quiero que cambiéis de opinión, sino que os concienciéis de que ellos también tienen derecho.






Por último os dejo con una reflexión: Si el mundo era, es y será de todos, ¿por qué ponemos barreras a otro ser humano simplemente por haber nacido en otro país/región? ¿Por qué se lo prohibimos si tiene el mismo derecho que nosotros? ¿Realmente ponemos pegas a los inmigrantes o sólo a aquellos que no tienen recursos? ¿De verdad preferimos que se queden en sus países para que no nos molesten o para poder aprovecharnos de ello (mano de obra barata, sin derechos, esclavos)?

1 comentario:

  1. Seguramente si hubiera muchas personas que razonaran, pensaran y sobre todo tuviesen corazón el mundo iría mucho mejor. Necesitamos un mundo más humano, donde las personas nos tratemos y nos relacionemos con mas amor, donde haya mas cariño, donde nos ayudemos sin pedir nada a cambio y sobre todo, donde no prime el dinero y se anteponga a las personas.

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